miércoles, 28 de abril de 2010

Andantino nº 2. (Cuadro de Alejandro)


Andantino nº 2.


El ojo del vino rompe la portada.
¿Qué hechizo obtuvo la medusa?
para alcanzar la trivialidad?
El gigante príncipe de la faz divina
no pierde pisada, saca del botiquín
la consonante vibratoria del trémolo ebrio.
Su nombre es Metratón
(vegetal alquímico, excluido del santoral por sus 36 alas
y domesticar loros que contestan el ora pro nobis de la letanía)
hace trayectos a caballos con sombrero y capa,
y muerde al mercader de los pájaros.
Las potestades lo expulsaron del coro escénico.
Siempre le quedará París.
El equilibrio roto. (Poema de Rafael Cerezo).
No sólo frutos y cuerpos recientes
entran en la casa del vino.
En los recovecos de este hallazgo
No recelo abonar los sembrados recientes.
Para desplazar las columnas
Que sostienen a la cercana ventura
El aire se trastoca en vegetal.
Más que los patos… se detiene el canto,
Se sienta, se extravía en la emoción,
A contemplarte,
Como plegaría amordazada.
Algo tienes tú que ver con esta extraña alteración
(mirándote; se puede salir de cualquier situación depresiva).
No desatiendas el manual de nubes
Que inunda el envidioso cielo
(que no me permite ser tu escolta).
Me quedo con la pretensión de unir
el desorden de mi respiración
con tu roce.

Gines Liebana

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